En julio de 2019, la Agencia Nacional del Programa Erasmus + KA2‐Cooperación para la innovación y el intercambio de buenas prácticas dio su Visto Bueno para la implementación del Proyecto “More Opportunities for Every Child: Early Detection of Child Difficulties in Kindergarten (MOEC)”. El proyecto se ejecutará del 1 de octubre de 2019 al 31 de agosto de 2022 y su presupuesto total es de 446 959,00 EUR.
Este Proyecto está liderado por el Centro de Estudios e Investigación sobre Discapacidad y Marginalidad (CeDisMa) de la Universita Cattolica del Sacro Cuore (Italia) y en él participan la Universidad Pontificia Comillas (España), la Katolicki Uniwersytet Lubelski Jana Pawla II (Polonia) y la Université Catholique de l'Ouest (Francia). Junto con estas cuatro universidades, colaboran en este proyecto centros educativos de cada país, que en el caso de España es la Institución Profesional Salesiana de Madrid.
En este proyecto se pretende desarrollar una escala europea unificada de cribado que posibilite la detección temprana de los trastornos del neurodesarrollo en Educación Infantil. Con los avances en los estudios del desarrollo cerebral de los últimos años, se ha puesto de manifiesto que la detección temprana de los problemas y dificultades que pueden aparecer desde edades tempranas es uno de los factores más importantes a considerar con el objetivo de ofrecer los apoyos necesarios lo antes posible y así lograr minimizar el desfase evolutivo esperable en estos casos. Sabemos ya desde hace muchas décadas que la plasticidad cerebral es uno de los factores que posibilita la adaptación del cerebro al medio, al modelar el cerebro para dar una respuesta de supervivencia ante los estímulos ambientales. Además, la plasticidad también dota al Sistema Nervioso de una mayor capacidad de recuperación y reorganización orgánica y funcional, que decrece de forma muy importante en los años posteriores (Grupo de Atención Temprana, 2000), de donde se puede deducir que el factor temporal es determinante para estos menores.
Sin embargo, la detección temprana se encuentra con algunos obstáculos que no deben ser menospreciados, tales como la dificultad de diferenciar a estas edades (entre 0 y 6 años) entre desarrollos atípicos y procesos madurativos más lentos, la falta de observadores cualificados o las grandes diferencias que pueden encontrarse entre niños de una misma edad cronológica en función de factores externos, como el estatus socio cultural de la familia a la que pertenece, los cuidados sanitarios periódicos, el estilo de vida (especialmente en menores que provienen de otros países y que no solo tienen diferencias culturales o étnicas, sino también lingüísticas), la posibilidad de estar escolarizado o la estimulación recibida.
Pese a estas dificultades en la identificación fehaciente de los desarrollos atípicos en niños de edades preescolares, resulta prioritaria la detección con el fin de que la intervención sobre estos menores sea lo más precoz posible y puedan así minimizarse los riesgos en edades posteriores. Pero también hay que resaltar que la detección temprana posibilita poner en marcha medidas específicas de prevención, compensación y adaptación encaminadas a mejorar el futuro de estos niños, optimizando de esta manera, el desarrollo evolutivo de cada menor. Finalmente, la realización de un diagnóstico lo más temprano posible posibilita que tanto docentes como familias puedan actuar de forma ajustada para dar respuesta a las necesidades detectadas.
La atención a la diversidad en el aula es un reto para docentes, equipos directivos, padres, y administraciones que se debe caracterizar por buscar la manera de dar respuestas eficaces de forma precisa y personalizada a las necesidades que surjan en el proceso de crecimiento personal de un alumno. El aula representa en este sentido, un entorno real en el que los niños interactúan durante muchas horas al día y en el que el docente, correctamente formado, puede observar patrones atípicos para buscar la mejor forma de intervenir y hacerlo precozmente.
En este marco, el Proyecto MOEC pretende colaborar en la detección de las posibles dificultades y/o desarrollo atípico presentados por los menores entre los 3 y los 5‐6 años (Etapa de Educación Infantil) de tal forma que puedan ser detectados en el aula mediante la implementación de una herramienta observacional que puedan aplicar los profesores y que les posibilite la intervención docente específica para cada menor. Este objetivo va en consonancia con la necesidad de garantizar servicios de educación preescolar de alta calidad declarada como objetivo prioritario en las políticas educativas y de bienestar manifestadas en Europa.
Con una vocación de servicio a la comunidad educativa los objetivos que se pretenden en el Proyecto son:
- Desarrollo de una herramienta europea unificada de cribado que posibilite la detección temprana de los trastornos del neurodesarrollo en Educación Infantil
- Formación del profesorado en temas de atención a alumnos con desarrollo atípico en el aula
- Creación de un sitio web que posibilite compartir recursos y materiales a la comunidad educativa
- Conocer y difundir buenas prácticas
BIBLIOGRAFÍA
Grupo de Atención Temprana (2000). Libro blanco de la atención temprana. Madrid. Real Patronato de Prevención y de Atención a Personas con Minusvalía. Recuperado de:
